Si las metas de ingresos no se alcanzan y eso se evidencia a partir del 2T20, el escenario será adverso porque Hacienda estará ‘tentada’ a subejercer el gasto o recortar el presupuesto, coincidieron expertos.
ZENYAZEN FLORES|El Financiero 4:50. En 2020, los ingresos presupuestarios serán un factor de riesgo para las finanzas públicas.
Si las metas de ingresos para el año no se alcanzan y eso se comienza a evidenciar a partir del segundo trimestre del 2020 junto con un estancamiento económico, el escenario será adverso porque Hacienda estará “tentada” a subejercer el gasto o recortar el presupuesto, con el objetivo de lograr un superávit primario de 0.7 por ciento del PIB estimado para este año, coincidieron expertos entrevistados por El Financiero.
La lupa estará enfocada en los ingresos a lo largo del año, porque de no conseguirse la recaudación petrolera prevista ni los recursos por parte de IVA e ISR proyectados, se detonaría la presentación de una reforma fiscal, la cual podría ser discutida en medio de un ambiente “tenso” entre los diferentes niveles de gobierno rumbo a un nuevo pacto de coordinación fiscal.
La Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2020 prevé recursos por 6 billones 107 mil 732 millones de pesos, de los cuales 3.5 billones corresponden a ingresos tributarios y 574 mil millones de pesos a ingresos de Pemex. Esas cifras fueron calculadas con un crecimiento puntual del PIB de 2 por ciento y con una cuestionada plataforma de producción de petróleo de 1.951 millones de barriles diarios.
Para 2019, Hacienda fijó la meta de ingresos presupuestarios en un nivel de 21.6 por ciento del PIB, sin embargo, los últimos datos disponibles al mes de noviembre de ese año muestran que los ingresos se encuentran por debajo de lo programado, al registrar un nivel de 19.5 por ciento del producto.
Sugieren ajustar metas
Luis Foncerrada, economista en Jefe de AmCham México, aseguró que desde ahora se puede anticipar un faltante de ingresos respecto de la LIF solo por menor crecimiento económico, ya que el estimado de 2 por ciento de las autoridades hacendarias está por arriba del consenso del mercado e inversionistas, quienes ven un crecimiento promedio de 1 por ciento para 2020.
“Un menor crecimiento quiere decir que dos de los impuestos no se van a dar porque el ISR es un impuesto al ingreso y el ingreso es el PIB, entonces hay una sobreestimación del ingreso por el lado del PIB y eso les puede costar alrededor de 2 décimas de punto del PIB, es decir, alrededor de 40 mil millones de pesos que no se van a recaudar, entonces, ahí ya se tiene un faltante”, sostuvo el especialista.
Foncerrada señaló que para Hacienda es muy importante mantener el superávit primario en 0.7 por ciento del PIB y enviar a las calificadoras una señal de disciplina fiscal, no obstante, “no sería grave reducir ese superávit a 0.5 por ciento porque si no lo reducen van a tener la tentación de recortar el gasto de inversión y la verdad es que ante el poco crecimiento, eso sería dañino para el país”.
Mariana Campos, coordinadora del programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, afirmó que “lamentablemente tenemos un escenario adverso para los ingresos, la parte más dramática son los ingresos petroleros por los niveles de producción que no se ha podido recuperar y los ingresos por IVA e ISR en los que se observa debilidad”.
Señaló que los subejercicios registrados en 2019 tuvieron que ver con que Hacienda no estaba observando los ingresos esperados, “tenían menos ingresos y no gastaban el dinero, entonces, en 2020 habrá de nuevo una presión en ese sentido porque no tenemos resuelto el tema de los ingresos, no van a estar ‘gastalones’ con toda la incertidumbre sobre las metas de ingresos”.
Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), consideró que el segundo trimestre del año será “el gatillo” para evaluar si los ingresos avanzan conforme a lo programado, de lo contrario, la Secretaría de Hacienda estaría obligada a revisar las metas para el resto del año y adelantar una reforma fiscal.
“Hacienda va a defender el superávit primario ‘a capa y espada’, entonces el factor conductor de las finanzas públicas van a ser los ingresos, unos ingresos débiles y por debajo de las proyecciones del paquete económico obligarían a adelantar la reforma fiscal este año, sobre todo porque los ingresos petroleros continúan siendo el talón de Aquiles”, previó.