Mujeres mexicanas gritan ¡Ya Basta!

Las mexicanas, hartas de la violencia en su contra, han salido a tomar las calles en tres ocasiones desde que inició el 2019; la última protesta fue por la presunta violación de una menor a manos de cuatro policías. La principal indignación de las manifestantes se debe a que no se castigan los delitos que tanto las dañan.

Mariana Recamier y Luz Rangel|Reporte Indigo|Ago 20, 2019. Las mujeres mexicanas están hartas de la violencia que enfrentan todos los días en la calle, en el trabajo y en sus propias casas.

Pero no solo es eso, las mujeres de todo el país no toleran ni un segundo más la ausencia de justicia ante los delitos que marcan a más de la mitad de la población: feminicidios, violaciones, agresiones sexuales y acoso.

La indignación explotó el viernes pasado. Las mujeres que viven en la Ciudad de México y algunos estados decidieron salir a las calles con pancartas y diamantina rosa para exigir justicia después de que el 3 de agosto una adolescente dijo que fue violada por cuatro policías cuando volvía a su casa de una fiesta en Azcapotzalco, en el norte de la capital.

La fiscalía local afirmó que el ministerio público examinó a la joven de 17 años cuatro días después de los hechos por lo que se perdieron las pruebas genéticas del delito.

Las mujeres que tomaron las calles están molestas por la forma en que las autoridades manejaron el caso, pero también por la impunidad ante la violencia de género cotidiana y sistemática que llega a sus vidas desde la infancia y se lleva a sus amigas, hermanas o familiares.

En México, nueve mujeres son asesinadas al día, 6 de cada 10 enfrentan un incidente de violencia en un momento de su vida y 41.3 por ciento son víctimas de violencia sexual, de acuerdo con los registros de ONU Mujeres.

La violencia de género ya invadió la primera mitad del año de las mexicanas. De enero a junio de 2019 fueron cometidos 448 feminicidios en México, lo que da un promedio de casi tres por día, de acuerdo con el reporte más reciente del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

El ejemplo más claro es que mientras las manifestantes lanzaban brillantina rosa en la Ciudad de México, Querétaro, San Luis Potosí y Aguascalientes como símbolo de protesta, una joven de 15 años fue asesinada en Guadalupe Victoria, Durango.

El feminicidio es la forma más extrema de violencia que enfrentan las mujeres mexicanas, pero este año también lidiaron con otros tipos. De enero a junio del presente año se registraron 2 mil 586 casos de abuso sexual y mil 895 incidentes de violación, de acuerdo con el mismo reporte del SESNSP que se basa en llamadas de emergencia al 911.

No hay que ir tan atrás en el calendario para encontrar otro caso de abuso que incluye a las autoridades en México.

La semana pasada, el 8 de agosto, un policía fue acusado de violar a una adolescente de 16 años en el Museo Archivo de la Fotografía, localizado en el Centro Histórico de la CDMX.

Estamos viviendo una violencia generalizada en el país que se exacerba cuando se trata de las mujeres porque se reúnen todos los factores que no hemos podido superar: un nivel alto de desigualdad, de injusticia y de impunidad. Eso también se refleja en las relaciones de género y las afecta

– Lucía Núñez Rebolledo|Académica del CIEG de la UNAM

IMPUNIDAD, EL PRINCIPAL PROBLEMA
La impunidad es una de las razones por las que prevalece la violencia contra las mujeres en México. Organizaciones civiles consideran que la falta de castigo a las personas que cometen delitos de género no permite que estos disminuyan y sean erradicados.

“Hemos documentado una ruta de impunidad y patrones que responsabilizan a las mujeres de las agresiones y violaciones en su contra; la reproducción de los estereotipos de género por parte de las propias autoridades y lo que ello implica para ellas y sus familias”, cita un comunicado firmado por el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio y otras organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres.

La falta de aplicación de la ley para los delitos de género no sólo fomenta este tipo de agresiones, también desincentiva la denuncia por parte de las víctimas, lo que dificulta el acceso a la justicia

En este sentido, María de la Luz Estrada Mendoza, presidenta del Observatorio, dice en entrevista que la impunidad en los delitos relacionados con la violencia de género permanece porque la sociedad mexicana es machista y ese machismo también se encuentra en las diferentes estructuras para acceder a la justicia.

Estrada Mendoza detalla que cuando una mujer denuncia un delito relacionado con violencia de género es revictimizada o se le culpa por provocar la agresión.

La presidenta de la organización agrega que este tipo de actitudes son constantes en las diferentes instituciones encargadas de la impartición de justicia.

Además, la especialista comenta que algunos procesos judiciales no avanzan porque se filtra información de las carpetas de investigación, por ejemplo, el vocero de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México,Ulises Lara López, reconoció que desde la dependencia que representa se filtraron datos personales de la joven que denunció a los cuatro policías y que eso generó la pérdida de confianza de ella y por lo cual su familia decidió no seguir el caso por el momento.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 64 por ciento de la población no confía en la policía y considera que el proceso de denuncia es una pérdida de tiempo

Esta cifra se relaciona con el hecho de que el 93 por ciento de todos los delitos quedan sin resolverse en México, incluidos los sexuales, según el SNSP.

La filtración de datos también se da por parte de los medios de comunicación. Un par de videos que muestran las imágenes de la noche en que la joven de 17 años presuntamente fue violada por cuatro policías fueron revelados en el noticiario En Punto, de la periodista Denisse Maerker.

En las grabaciones se muestran distintos momentos del recorrido de la menor antes de llegar al domicilio donde tocó el timbre para solicitar ayudar.

Durante el noticiero, la periodista explica que las imágenes fueron tomadas por cámaras de seguridad instaladas por vecinos de la zona. En las grabaciones se observa que los horarios están desfasados. Hay media hora de diferencia entre ambas.

Las imágenes no muestran con claridad qué es lo que sucedió. Un poste impide ver la escena donde los policías se acercan a ella.

La presidenta del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio asegura que la filtración de datos tan importantes para una investigación pueden obstaculizar el acceso a la justicia.

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