Sale diputado en defensa de funcionaria estatal

Jue, 09/05/2019 – 10:24|Mario Jiménez Leyva|Noticias. En el Congreso no hay mayor priista que el presidente de la mesa directiva, César Morales Niño, quién por enésima ocasión salió en defensa de un funcionario del gabinete del gobernador Alejandro Murat, en este caso la Secretaría de las Mujeres Ana Vásquez Colmenares.

La sesión ordinaria corría entre la abulia y la desgana, cuando la diputada por Morena Magaly López Domínguez propuso un punto de acuerdo para solicitar al titular del ejecutivo la destitución de la funcionaria, por -dijo- notoria incapacidad para desempeñar el cargo.

Aunque en realidad fue por las desafortunadas declaraciones de Vásquez Colmenares, quien afirmó “que las acciones públicas de feministas han exacerbado los ánimos homicidas”, en el contexto de la protesta de mujeres feministas en la Ciudad de México y la legisladora aprovecho para proponer su salida.

Los priistas manifestaron su rechazo a la propuesta con gritos y exclamaciones de indignación, sobre todo cuando la diputada promovente solicitó que el asunto se tratara de urgente y obvia resolución. Es decir, que se votara en el momento si se hacía el exhorto o no.

Entonces el diputado nominal del Partido del Trabajo (PT), Morales Niño, anunció que se votaría si el tema se trataba como de urgente y obvia resolución, pero con el apoyo del secretario de servicios parlamentarios, Jorge Abraham González Illescas, fingieron no poder realizar el conteo a mano alzada, cuando ambos notaron que la mayoría de los legisladores aprobaba la propuesta.

Ambos simularon dudas, contradicciones, incertidumbres, para al fin invalidar los votos y solicitar que se abriera el tablero electrónico,-a pesar de que González Illescas y los asesores jurídicos contaban y recontaban las manos al aire-, para llevar a cabo una nueva votación, ante la contrariedad de los priistas.

-¡Diputado ya se votó, ya se votó!

-¡Hay 14 votos (para que no se tratara el asunto como de urgente y obvia resolución), son 14 votos! ¡Lo que ustedes quieren hacer como grupo parlamentario de Morena no lo pueden hacer con ustedes mismos!”, reprochaba desde su curul el coordinador de los legisladores priistas, Alejandro Avilés Álvarez, ante la evidente división de los morenistas.

-“¡He solicitado el soporte de los tableros electrónico!”, ordenaba Morales Niño a los técnicos del Congreso, mientras las risas, reproches e insultos inundaban la sala del pleno del Congreso.

-¿Qué vamos a votar? ¿La nueva mesa directiva? Gritó el priista Gustavo Díaz Sánchez; para luego añadir con evidente enfado: ¡que venga a votar Salomón Jara!.

-¿Qué se va a votar, señor presidente?

-Quienes están a favor o en contra de que se trate de urgente y obvia resolución, respondía el diputado petista también molesto.

-Traigan manzanas a ver si entendemos, insistía el Gato Díaz Sánchez, en tanto poco a poco se iba reflejando la votación en los tableros.

Lo insólito es que al final la votación fue: 14 a favor y 13 en contra. Pero en lugar de que el presidente de la mesa confirmara que el asunto se trataría de urgente y obvia resolución, expresó: acúsese de recibida la proposición con punto de acuerdo y se turna para su dictámen a la comisión permanente de administración pública.

Y Ana se salvó.

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